
NICHOLAS! CUIDADO CON EL AUTO! - le grité, y él no llegó a reacionar... habiamos chocado en la mitad de la carretera.
Yo siempre le advertí que no era seguro manejar una noche de lluvia, pero él no le temia al destino ni a lo que pudiera pasar en su futuro, “si pasa es por algo” me decía siempre, y por seguir ese pensamiento yo ahora me encontraba entre los escombros del auto intentando liberarme de ahí.
Luego de pensar lo que habia pasado abrí mis ojos intentando analizar la situación, el frío se apoderó de mi cuerpo al ver que a milímetros de mi cara había un pedazo de la puerta que se habia torcido y, si me movia demasiado, terminaba sacandome un ojo. Cuidadosamente intenté moverme para poder así ver que habia pasado con Nicholas. Primero corrí mi cara hacia un costado, para evitar problemas con ese pedazo de metal; luego moví mis piernas lentamente, para sacarlas de entre medio de la trompa del auto que ahora se encontraba dentro del mismo. ¿Para que servía el paragolpes si no nos salvaba de nada? ¿y los airbags? Ninguno de los dos se habian activado... suerte que con Nick siempre usabamos cinturón de seguridad.
Cuando al fin pude liberarme, corrí todas las compras que habiamos hecho en New Jersey para la navidad, que habian terminado en la parte delantera del auto para encontrarme con que Nick estaba inconciente.
- ¡NICK! ¡NICK! REACCIONA, ¿ESTAS BIEN? - le gritaba sin sentido mientras le levantaba la cabeza para palmearle un poco su mejilla... su frente sangraba - NONONONONO, NO SANGRE POR DIOS... -
No sabia que hacer, nunca habia tomado ningun curso de paramédica o algo así, aunque mamá me lo habia recomendado muchas veces porque sabia que Nicholas era un chico que se arriesgaba a todo, asi que me arriesgaba a mi también. Ella se preocupaba por mí, pero ahora el que estaba en peligro era él.
Por más que quise no logré hacer que reaccionara, al borde del llanto opté por hacer algo que tuve que haber hecho al principio pero en mi desesperación por la sangre no lo hice... medirle el pulso y escuchar sus latidos.
-... ... ... si, su corazón late - me calmé un poco más - pero ... ... ... su pulso es bajo, ¡ tengo que hacer algo ! -
Investigué el auto lo más veloz que pude, buscando alguna salida o alguna forma de informarle a alguien lo sucedido. ¡ La ventanilla! Su ventanilla se habia destrozado por completo, asi que me moví escurridizamente por encima de él para poder salir y buscar ayuda.
Ya afuera miré a mi alrededor un tanto pasmada, la carreterra estaba llena de autos pero nadie lograba vernos.
- ¡HEY! ¡AUXILIO!, ¡NECESITO AYUDA, AUXILIO! - gritaba entre lágrimas, si Nick tenía bajo pulso significaba que tal vez seguiría bajando, y con él bajaría su presión y podria... ¡NO SAMANTHA! No era tiempo de pensar en cosas negativas, ahora habia que buscar la manera de salvar a Nick de adentro de ese auto.
...
- paciente con hemorragias internas y externas .... - fué lo único que logré entenderle al doctor mientras llevaba a Nick en una camilla junto a otras personas. Hemorragias internas... osea, ¡algún organo o algo así se le habia roto ! . Lo enviarían a operar seguramente, sino no sobreviviría.
Yo lo miraba pasiva mientras lloraba, pero por dentro estaba en erupción. Todo porque le gustaba vivir al extremo siempre. ¿y si ambos moríamos al instante? ¿y si él moria en ese momento? Yo lo seguiría hacia el Más Alla, no podía vivir sin mi descarrilado e inconciente Nicholas, lo amaba demasiado como para dejarlo ir.
- ¿por qué no le habla? estimulelo, dele alientos... al menos inténtelo - me dijo una enfermera que se encontraba llevando las camillas
- Nick,Nick ... no te vallas bebé, te necesito acá, todos te necesitamos acá. Tu familia, tus amigos, mi familia, yo.. por favor, no te vallas - fué lo que llegué a decirle, hasta que me prohibieron la entrada a un blanco cuarto en donde pude divisar más doctores con barbijos y utensilios de operación.
Odiaba los hospitales, odiaba el hedor que habia dentro de ellos que hacia que mi estómago diera un vuelco, odiaba ver a gente inocente que sufriera por causas que ni Dios lograba explicar. Odiaba la situación en la que estaba...
Las horas pasaron y con ellas mi preocupación aumentaba más y más, haciendo así que mis esperanzas desaparecieran. No debia pensar así, eso no ayudaba a nadie, pero ya no sabia que hacer.
La familia Jonas ya habia llegado al recinto junto con la mía, y eso tampoco ayudaba a que mis esperanzas se mantuvieran. Ver a Denisse tan triste, al pequeño Frankie llorando junto a su madre; a Paul Kevin, Joe y Kevin con sus caras de preocupación con un leve rendimiento, y a mi madre oir decir constantemente que estaba todo en manos de Dios... eso realmente me hacia sentir muchisimo peor.
...
El doctor salió de la habitación y todos nos abalanzamos hacia él esperando el resultado de los estudios y operaciones.
- ¿Quién es el adulto a cargo del paciente Jonas? - preguntó él, por lo que Denisse y Paul Kevin respondieron con un “yo” al unisono - ok, les pediría si no es de mucha molestia que solamente ustedes dos escuchen el parte.. si no les molesta.
Ninguno se negó a la petición del médico, pero eso significaría dos cosas: o estaba realmente herido y capaz que no se recuperara del todo... o ya estaba muerto.
El doctor habló en privado con ambos señores Jonas y yo lloraba sin consuelo, todos intentaban calmarme, pero yo ya sabia lo que estaba por suceder, o mejor dicho... lo que habia sucedido.
Denisse y Paul volvieron a donde estabamos y no emitieron palabra alguna, por más que pregunté ellos no dijeron nada y simplemente se fueron hacia otro lado. Joe y Kevin me miraron confundidos y decidieron entrar al cuarto con Nick. Frankie seguía llorisqueando, intenté secarle una lágrima para luego abrazarlo en símbolo de aliento. No podría hacer mucho para consolarme a mi misma, pero al menos quería ayudar a ese pequeño que estaba preocupado por su hermano.
Cuando el pasillo del hospital quedó completamente vacío y ya no habia nadie en la habitación, decidí que quería entrar alli sola ... quería apreciar a mi amado Nicholas por una última vez.
Estaba tan blanco como las paredes que lo rodeaban en esa habitación espeluznante, rodeado de cables y aparatejos que no entendían para que era, si ya no era necesario.... Me senté a su lado y lo aprecié por unos instantes. Aún con su piel más blanca que nunca, sus lunares que decoraban su cuello y mejilla se veían adorables, sus labios aún tenian ese brillo especial que siempre me habia gustado y su rostro tenia un gesto calmo, como si estuviera durmiendo. Al verlo logré recordar momentos juntos: el día que nos conocimos, nuestras citas, el día que se me declaró, nuestra primera vez y su loca idea de que en algún momento nos ibamos a casar, tal vez más pronto de lo que yo podría esperarme...
- Eres un tonto Nicholas, ¡ realmente un tonto !. Dime, ¿era necesario todo esto? sabias que era peligroso, ¿porque arriesgarnos a ambos a esto? ¿a esto que te pasó? - mi visión se nublaba rápidamente y sus sabanas comenzaban a mojarse con mis lágrimas - no... claro que no era necesario, pero así eras tú. Siempre viviendo al límite, disfrutando del momento... pudimos haber disfrutado de otra forma, ¿no te parece?. Prometiste que jamás me dejarías, te lo pedí y aún asi lo hiciste...
- Si me pides que me quede, me quedaré... - entreabrió los ojos y me dedicó una sonrisa- hola bebé
- ¡NICHOLAS! - no pude evitar abalanzarme sobre él y sonreir entre lágrimas, no estaba muerto, ¡habia sobrevivido!
- ja, hola... Sam... me aplastas... las operaciones...-
- oh, perdón - le dije mientras me corría un poco, y él me sonrio- eres un idiota, ¿lo sabias?
- creo que me lo haz dicho un par de veces
- y te lo seguiré diciendo si te comportas como no debes, ¡ERES UN COMPLETO IDIOTA!... pero aún asi te amo - .
No pude evitar apegar mis labios a los suyos, lo necesitaba. Necesitaba de él, el simple hecho de pensar que lo habia perdido me habia destrozado por completo. Pero no habia sido así, ahi estaba él para mi, como siempre me lo habia prometido.
No fué un beso como cualquier otro,fué uno de reencuentro, uno que afirmaba el amor que sentía uno por el otro y que demostraba que, pasara lo que pasara, siempre ibamos a estar para cuando el otro nos necesitara.
- bebe... - me dijo - ¿revisaste el bolsillo de tu abrigo?
- ¿que? no, no lo he hecho.. he estado ocupada en cosas más importantes, por si no lo notaste - el me sonrió y yo metí mi mano dentro del abrigo... era... era un anillo de compromiso - feliz navidad amor, ¿te casarías conmigo?
- Claro que sí bonito, claro que sí... y feliz navidad a tí también .
the end~
No hay comentarios:
Publicar un comentario